El concierto de Año Nuevo fue patrocinado por los grupos hoteleros que obtuvieron las polémicas licencias de construcción del gobierno de César Sánchez

 

Varios medios digitales hacen público el patrocinio de ambos grupos hoteleros mientras que ambos proyectos urbanísticos están paralizados en los juzgados.

 

  • El PSOE en su labor de supervisión pedirá información más exhaustiva en la próxima sesión plenaria.

  • El patrocinio en estos momentos se puede entender inapropiado dado el conflicto de intereses de la administración con las entidades.

  • No es la primera vez que el PP calpino está bajo sospecha de «dopaje electoral».

El trabajo de oposición muchas veces es difícil. Nuestra función es defender el interés común (y a veces el sentido) cuando los grupos en el poder han dejado de escuchar al ciudadano y/o actúan al margen de la ley. Desgraciadamente esto, en ocasiones implica hacer denuncia pública sobre actuaciones del equipo de gobierno que pudieran ser constitutivos de delito o ser como mínimo, moralmente reprochables.

Recientemente, algunos medios digitales desvelaron un dato importante que los ciudadanos de Calp desconocían. El magnífico concierto de año nuevo orquestado por César Sánchez contaba con el patrocinio de los dos grupos hoteleros que mantienen licencias de sus proyectos urbanísticos suspendidas en los juzgados, precisamente por presuntas irregularidades que todos los grupos de la oposición denunciaron ante consellería. En cualquier otro sitio, este patrocinio que podría deducirse finalista, se percibiría como inadecuado, desgraciadamente en Calp no.

Los antecedentes de campañas electorales dopadas a las que concurre el PP son innumerables. De hecho, la presentación electoral de César Sánchez en 2011 contó con un despliegue de medios, que hoy sería considerado ilegal. La campaña de revalida de la alcaldía de Calp de 2015 contó con denuncias a la junta electoral que obligaron al Partido Popular calpino a retirar la propaganda “Calp que bonito eres” difundida por otra empresa, también adjudicataria pública. -. ¿Ha vuelto a las andadas César Sánchez? Da la impresión de que quiere afianzar la relación preestablecido entre el Partido Popular, la corrupción y los delitos electorales, también en 2019.

Está claro que las grandes empresas, por muy filantrópicas que sean, no dan nada gratis. Revierte cierta lógica que quieran apostar por el que creen que pudiera ser el caballo ganador en las próximas elecciones. También podríamos entender esto como una toma de atajos para arreglar sus proyectos urbanísticos. En todos los casos, se debería obrar con más precaución desde las instituciones, a la gestión pública conviene apartarse de los asuntos difícilmente explicables. Y en época electoral, con expectativas urbanísticas sobre la mesa, más aún.

Una empresa que ha salido beneficiada por una adjudicación debe mantenerse cautelosa, una muestra de gratitud puede ser malinterpretada, incluso tener consecuencias en sede judicial. Los Ayuntamientos deben regirse por la ley y no por el compadreo ni el amiguismo.

Lamentamos que nuevamente la oscura gestión de César Sánchez y el Partido Popular pudiera haber enturbiado lo que proponía ser una cita cultural ineludible. Dentro de la cultura todo tiene encaje menos la corrupción.

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