Ana Sala se niega por segunda vez a entregar a la oposición el informe sobre el banco de alimentos
 

La ciudadanía tiene derecho a saber cómo se gestionó el Banco de Alimentos de César Sánchez, según el Ayuntamiento jamás hubo donaciones ni aportaciones. Desde PSOE y Compromis-Els Verds de Calp se ha pedido el informe reuniendo firmas de un tercio de la corporación con la finalidad de que este tema fuera tratado en sesión plenaria y formara parte del debate.

La negativa reiterada por parte de alcaldía a entregar la documentación, omitir datos e informes, así como dar una explicación en sesión plenaria, forzará a los partidos solicitantes a acudir a fiscalía para esclarecer el destino de los fondos públicos, los alimentos y las donaciones.

  • La opacidad puede esconder un fraude no solo contra la hacienda pública sino con todo el equipo ciudadanos voluntarios que colaboraron de una forma u otra.
  • Todos los bancos de alimentos existentes tienen un libro mayor o informes anuales de actividad, menos el de Calp.
  • El banco estaba operado por personas de máxima confianza del entonces alcalde César Sánchez.

El banco de alimentos de Calp fue creado por César Sánchez, funcionando sin consistencia jurídica desde el 2012, año de su creación, hasta el año 2016, año en el que se informó por los servicios jurídicos municipales la incompatibilidad de esta institución con el ordenamiento jurídico vigente. Pese a ello, el banco siguió operando hasta el 2020, al margen de toda fiscalización. Disuelto hace apenas unos meses sin explicaciones ni control.

Desde hace más de dos meses que se pidió por un tercio de la corporación municipal que se incorporara a las sesiones plenarias un punto para dar las explicaciones pertinentes sobre el polémico banco de alimentos. Si bien el consistorio ha elaborado un informe, rescatando partes de los diversos departamentos involucrados, se niega a entregar copia de este, además de omitir datos importantes como serían el registro de entradas y salidas, en qué se gastaba el dinero y las cantidades percibidas por particulares.

La escasa documentación aportada, cuya consulta debe ser realizada en las dependencias municipales, afirma la adscripción de personal municipal al Banco de Alimentos, la disposición de 30.000 anuales por parte de aguas de Calp durante los ejercicios 2012-2014 y la libre disposición de estos fondos por parte de técnicos municipales. La única contabilidad existente refiere una partida de fondos europeos que finalmente fueron devueltos por falta de reparto.

Desde el PSOE y Compromis-Els Verds pedimos un ejercicio de transparencia, ya que no solo se omiten datos importantes como sería el libro mayor de entradas y salidas de alimentos, sino también informes internos referentes al funcionamiento precario del Banco de Alimentos que ayudarían a esclarecer su situación. La negativa reiterada del ayuntamiento fuerza la implicación de la fiscalía para poder entender el destino de alimentos, dinero público y donaciones.

Es nuestra labor averiguar si se cometió fraude en el reparto de alimentos, cualquier banco operante posee un libro de entradas y salidas de alimentos, un registro de donaciones y aportaciones. Es ampliamente sabido que no pocos ciudadanos/as participaron en las campañas de recogida, así como la existencia de donaciones dinerarias por parte de asociaciones y particulares. Según el ayuntamiento nada de esto tuvo lugar.

En el desarrollo de la actividad del Banco de Alimentos hay una carencia absoluta de transparencia, hasta tal punto, que, del año 2015, año electoral, no consta registro alguno, pese a haber operado a pleno rendimiento.

Desconocemos pues, las cantidades con las que se trabajaba, los paquetes de comida que se distribuían y sobre todo los criterios aplicados a la hora de repartirlos. Todo apunta que estamos ante una maquinaria que pretendía comprar voluntades a través de la falsa caridad. El manejo del banco se encontraba en manos de personas de la máxima confianza de César Sánchez, individuos, que, por su relación familiar, escapaban a cualquier control técnico o político dentro del ayuntamiento.

Se ha solicitado la información en dos ocasiones, la repetida negativa del ayuntamiento a facilitarla no es un buen indicador para el fondo del asunto. La opacidad en la que operaba el banco puede esconder prácticas como mínimo inmorales, que van desde el favoritismo para con afines al partido popular a la reventa de los productos. Sin mencionar el destino incierto, por la nula contabilidad, de las aportaciones económicas que recibían de particulares y entidades calpinas.

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