Una ordenanza rocambolesca paraliza a todo un sector y deja en manos de un decreto del Alcalde el tener que cumplirla o no

 

• La crisis ha cambiado los hábitos de los calpinos, las empresas de servicios y mantenimiento no puede ser forzadas a tomar vacaciones en agosto

• La indefinición de la Ordenanza, el miedo al expediente sancionador y la impotencia ante la administración crea indefensión entre los autónomos calpinos

• El PSOE pide una reformulación de la ordenanza o especificaciones literales de lo que se puede hacer o no

De vueltas con la polémica “Ordenanza Reguladora de las Condiciones acústicas sobre actividades de ocio, servicios, edificaciones y comportamiento ciudadano”. Algo con un título ya de por si complicado está causando múltiples complicaciones a los autónomos calpinos, la mayoría, profesionales del sector de la construcción.

Ya el año 2017 se despertó una enorme polémica al conceder el Alcalde mediante decreto, un permiso especial, para obrar al margen de la ordenanza, a un conocido centro comercial, por hallarse fuera de zona residencial. Con ello se sentó un agravio comparativo con los centenares de autónomos que tienen que cesar su actividad obligatoriamente el mes de agosto.

Desde el PSOE queremos llamar a la reflexión para la reformulación de la ordenanza, el ayuntamiento está paralizando forzosamente un sector que necesita trabajar, también en Agosto.

Muchos obreros, profesionales de la construcción, servicios de mantenimiento o reparación, la mayoría en régimen de autónomos, hasta ahora aprovechaban el mes de agosto para hacer vacaciones. Con la crisis se ha reconfigurado el sector, sobre todo para estos últimos, que pagan sus impuestos haya trabajo o no, sin importar la estación del año.

No pocos son los profesionales del sector, que, por temor a una multa o expediente sancionador; o la imposibilidad de obtener una “bula” del Alcalde ausente, directamente desisten de realizar pequeñas intervenciones. La indefinición del texto legal deja un margen demasiado amplio para la interpretación, tanto en un sentido como en otro:

• La ordenanza en su Artículo 29. titulado: “Horarios especiales de verano” hace una prohibición de todo tipo de tipo de obras de urbanización, construcción o edificación entre los días 1 y 31 de agosto. La única excepción es “los pequeños trabajos que no produzcan ruidos ni molestias a los vecinos”, una definición a todas luces vaga.
• El mismo artículo, en su punto 2 dice que las exenciones deben ser decretadas expresamente por el mismo Alcalde, o concejal delegado.

Instalar un aire acondicionado, un toldo, cavar una zanja, instalar un depósito de agua, levantar una pérgola, alicatar el baño, reformar la cocina, una mano de pintura, una pared de pladur, todo pueden ser intervenciones menores que no producen ruidos, ejecutables en verano y necesarios para llegar a final de mes. Hacer depender los ingresos de una familia del si se molesta o no a los vecinos es algo demasiado subjetivo para una ordenanza que se presume rigurosa.

Las informaciones que se dan desde el Ayuntamiento son insuficientes. No se especifica qué tipo de trabajos se pueden realizar, creando con ello un visible malestar en el sector de la construcción y las empresas de instalaciones y mantenimiento.

Mientras que las grandes empresas directamente cierran (algunas empresas incluso despiden a sus empleados durante las vacaciones de verano) el pequeño autónomo de la construcción se ve obligado a la paralización forzosa. Albañiles, alicatadores, instaladores de aire, fontaneros, etc, los más de 300 profesionales de la construcción registrados en Calp merecen una Ordenanza más precisa, que respete su derecho al trabajo.

Desde el PSOE pensamos que es perfectamente posible armonizar las actividades profesionales con el derecho al descanso de los turistas, es algo prioritario que rogamos al equipo de gobierno.

Enlace a la Ordenanza Reguladora de las Condiciones acústicas sobre actividades de ocio, servicios, edificaciones y comportamiento ciudadano