Vuelven las sorpresas urbanísticas al pleno de Calp
La rehabilitación del club social de la manzanera pretende sufragarse mediante los ingresos provenientes de concesiones especiales que el Ayuntamiento quiere otorgar a una promoción en la Calalga
- El proyecto del Club Social de la Manzanera ha sido un capricho de los Populares desde 2011
- Un proyecto tan ambicioso como costoso dejaría una infraestructuras de lujo para ser explotadas por un licitador privado
- Se estima la intervención en un millón de euros que el equipo de gobierno quiere obtener de una transacción urbanística
El proyecto del Club Social ha sido polémico desde sus principio, el proyecto de rehabilitación se asignó a dedo a un despacho de arquitectura donde trabaja la mujer y el amigo del entonces alcalde, César Sánchez.
Nadie ha negado que la zona de la Manzanera sea especial, pero el Partido Popular tiene una extraña obsesión con este entorno ya que ha focalizado muchas inversiones en detrimento de otras más necesitadas. Desde el PSOE estaríamos de acuerdo en un plan de inversiones que priorizara las zonas por orden de necesidad.
La declaración de BIC, las inversiones y la paralización de licencias promovida por el equipo de gobierno son ingredientes peligrosos que podrían multiplicar la especulación urbanística en este área concreta. A su vez, no pocos vecinos se han puesto en contacto con el PSOE mostrando su descontento, tanto por la forma unilateral que se han tomado las decisiones como por la manera de ejecutarlas.
No es un secreto que en la actualidad la comunidad de vecinos de la muralla roja no estén muy satisfechos con la proyección mediática de sus hogares ni tampoco que el desarrollismo urbanístico de Calp ha desmerecido la idea inicial de lo proyectado por Bofill.
Desde el PSOE estamos reivindicando organización y priorización en las limitadas inversiones que puede hacer el Ayuntamiento de Calp. Recientemente visitamos zonas de Calp que carecen de arbolado, mobiliario urbano y saneamiento de aceras. La avenida de los Ejércitos Españoles es una zona donde más familias viven, la primera fachada que se ve cuando se entra por la entrada sur de Calp y la que menos inversión pública ha recibido.
El proyecto del Club Social de la Manzanera, si bien es interesante, no es prioritario y no debe convertirse en una obsesión que pueda lastrar la utilidad pública de las acción política. En el presupuesto de 2019 ya se incluía una partida de 585.506,49 para ejecutar la obra pero el Ayuntamiento no ha hecho ninguna licitación ni actividad administrativa más allá de la continua proclama en redes.
En el pleno ordinario del 4 de noviembre el equipo de gobierno defendió la propuesta para la rehabilitación del club esgrimiendo que la inversión no vendría del presupuesto ordinario sino que provendría de unos ingresos por una reciente promoción en LA CALALGA. El equipo de gobierno no dio más explicaciones al respecto pero al ser confrontado con ello no desmintió que se posiblemente se trataría de una transacción en la cual se les permitiría construir a los promotores más alturas de las previstas.
Desde el PSOE no compartimos esta forma de gestionar lo público, mantenemos que las inversiones provengan del presupuesto ordinario o de subvenciones supraestatales y que tengan el máximo aprovechamiento social, no podemos permitir que una obcecación difícilmente explicable lastre al gobierno.
ZONA MANZANERA Nadie ha negado que la zona de la Manzanera sea especial, pero el Partido Popular tiene una extraña obsesión con la zona ya que ha focalizado muchas inversiones en detrimento de otras más necesitadas. Desde el PSOE estaríamos de acuerdo en un plan de inversiones que priorizara diversas zonas por orden de necesidad.
ZONA CALALGA La política de intercambio de cromos del PP, en el 2017 al grito «liberalicemos alturas» se pretendía salvar LOS BAÑOS DE LA REINA con los ingresos afectados. Al final ni lo uno ni lo otro, consellería declaró el BIC de los Baños y Ana Sala reculó con la liberalización de alturas. Ahora suena parecido el «permitamos más alturas para salvar EL CLUB SOCIAL». Si se le quitan todos los adornos, al final quedan constructores que quieren construir más de lo que deben. De eso en Calp sabemos un rato. Teniendo en cuenta que el Club Social de la Manzanera se convertirá en una concesión privada se están produciendo muchos sacrificios para un proyecto de lujo que no se sabe aún ni quién ni cómo se va a gestionar, o acaso sí. Acabará también esta historía en los tribunales.
