CALP: MUY LEJOS DEL URBANISMO SOSTENIBLE

opinion

La falta de planificación urbana explica la pérdida progresiva del bienestar de sus habitantes, la degradación de su habitabilidad y la depredación del suelo urbano.

El capitalismo se ha encargado de difundir proyectos urbanos que conciben la ciudad como una mercancía de consumo, rentable únicamente para inversionista.
Es un urbanismo donde prevalecen los intereses espúreos de grupos dominantes por encima del bienestar social y la calidad de vida de los residentes.
En las dos últimas décadas Calp se ha convertido en modelo del discurso oficial de gobiernos conservadores del PP que entienden la ordenación del territorio como una herramienta para la mercantilización del suelo y su especulación en beneficio de unos pocos –pero poderosos– sin tener en cuenta ni el impacto paisajístico  ni la limitación de recursos –hídricos, energéticos– o la carencia de infraestructuras –aparcamientos, accesos, saturación vehículos, residuos sólidos.
Calpe sufrió «la construcción a toda costa» y, ahora, con las facilidades y permisividad, de nuevo, del actual gobierno del PP, estamos viviendo un resurgir de la construcción desaforada y caracterizada por torres sin límites de alturas que conllevan un evidente deterioro social y medioambiental.
El patròn o modelo de ciudad tiene mucho que ver con la ideologia política del gobierno local.
En Calp el PP sigue configurando un modelo «mercantil» de ciudad (suelo para vender y construir) planificada para grandes especuladores.
 El modelo del PP està en las antípodas del criterio que siguen gobiernos de cariz progresista como los de Denia (protección 37 hectáreas del litoral; diversificación del sector turístico; participación ciudadana en los presupuestos municipales) y Jávea (elaboración Plan para preservar litoral; ejecución de procesos de regeneración forestal; apuesta por energias renovables y reciclado; suspensión planes parciales)
O la actual Generalitat Valenciana, que preserva del ladrillo 422 hectàreas en toda la Marina Alta.
Un grave error es considerar que mayor construcción implica mayor empleo. Craso error motivado por la demogogia y falsedad del mensaje que lanza el gobierno del PP de Calp.
Prueba de ello es que Calp fue el municipio que menos empleo creó a lo largo de 2017, siendo Denia el que más.
Está en manos de los calpinos (de todos los residentes) el cambiar nuestro futuro, el asegurar un Calp de calidad para nuestros hijos y nietos, pero para ello hay que cambiar el actual modelo de construcción salvaje que propugna el PP. Otro modelo de ciudad es posible, sostenible, moderna,  pensada por y para los ciudadanos, y no para rentabilizar el negocio de unos pocos.
Ese cambio de modelo solo será posible cambiando el color político del gobierno local pero, mientras tanto, cualquier movilización ciudadana al respecto, será bienvenida.
Guillermo Sendra
Secretario Provincial de Urbanismo Sostenible
PSPV-PSOE

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