Entregar tarde baja la nota, menos para los populares, que lo perdonan todo si hay negocio.
Por las actuales circunstancias pasó desapercibido pero el viernes pasado se celebró en Calp el pleno extraordinario para analizar el estado del municipio. Con los recientes acontecimientos es normal que la política local, en cuanto a folclore colorido y poco útil, pase a un segundo plano.
No obstante, quitado el habitual triunfalismo del gobierno y las naturales discrepancias sobre este de la oposición, convendremos en hacer recordatorio de una serie de datos, más que nada, para retomarlo más adelante, cuando se pueda y deba.
Nos apetecerá repasar la curiosa relación histórica del Partido Popular con las infraestructuras educativas, el retraso, la precariedad y las curiosidades que transcurrían paralelas.
Aquel IES que nació con superpoblación
Empieza el año 2000, la malograda historia del IES calpino, que ya nació con una considerable sobre-población de alumnado, con diversos toques de atención que se sucedían por parte de sindicatos educativos y más tímidamente por parte dela población civil.
El súmmum, se produjo allá por 2013, la oposición pedía, al entonces Consell del PP, inversión en materia educativa. César Sánchez, menos festivo pero más peligroso que la actual edil, aprovechó el lance y en un malabarismo ágil intentó colar a los calpinos aquel célebre eufemismo: un Centro de Iniciativa Social –CIS-. Aquello venía a ser la cesión, a 75 años, de terrenos públicos (9.300 m²) para un negocio privado. Un centro que no resolvería la masificación, generaría segregación socio-económica y por ello, claramente dejaba fuera los ciclos de Formación Profesional. Vamos, que aportaría bien poco la perspectiva a futuros educandos locales.
El experimento promovido por el aún Consell del PP, con María José Català al frente de educación, contó con la oposición frontal de sindicatos, comunidad educativa y PSOE.
Y, finalmente, la mangarrufa se pudo evitar, tras saberse que una empresa de la trama Púnica, exportando el modelo madrileño, pretendía meter el cazo al presupuesto educativo, y también, que una conocida empresa educativa de la zona recurría la licitación por cuestiones competenciales y técnicas. Las prisas y la codicia no fueron aliadas en este negocio.
El asunto y las deficiencias del proyecto se embarró lo suficiente para que el pacto del botánico, en julio de 2015, no lo viera claro y diera carpetazo al modelo privatizador y comisionista que había querido impulsar el Partido Popular. Hoy, pese a todo, seguimos pagando las facturas.
Mientras, el IES de Calp seguía en la misma situación, el equipo de gobierno del PP local, con Sánchez a la batuta, aprovechaba la situación y tiraba pelotas fuera con los metros cuadrados del terreno. Insuficientes para construir un Instituto de Enseñanza Secundaria, pero suficientes para hacer oposición al Consell, ahora de color diferente.
Hoy por hoy, el ruido y la riña sigue, pero el Plan Edificant está en marcha, sin mucha alegría ni tesón por parte del nuevo ejecutivo popular. Se estima su culminación para el 2026. Se ve que cuando hay poco que comisionar tampoco hay prisa. Esto nos lleva a un curiosos spin-off de otro Plan Edificant en Calp.
Spin Off – El Colegio de Educación Especial Gargasindi – Plan Edificant.

El CEE Gargasindi se ubicaba en una construcción del año 1980, prestando servicio a toda la comarca de la Marina Alta y parte de la Baixa. Actualmente, la actividad ha sido trasladada a Benissa, mientras se construía en Calp el nuevo centro.
La delegación del Consell para realizar la demolición y construcción del Nuevo Gargasindi le fue otorgada al Ayuntamiento el año 2019. Después de 3 años, el Ayuntamiento lo único que ha sido capaz de tramitar ha sido la demolición, eso sí, como pieza separada al proyecto global. La licitación para la construcción, separada de la matriz, se ha publicado recientemente.
Ante las múltiples preguntas plenarias sobre el porqué de esa separación del proyecto en dos piezas, no ha habido respuesta alguna.
No existen precedentes de estas separación de contratos en los diversos planes Edificant de la Generalitat. Lo único que sabemos con certeza es: que la división en dos proyectos separados, aumenta la burocracia, retrasa la totalidad del proyecto, y de ninguna manera, ofrece ventaja económica.
Y, los hechos de acceso público son, que la licitación ha recaído en la misma empresa y dirección técnica que ya ganó las obras para la cobertura del polémico «Carrer de la Pilota». Vínculos familiares con el equipo de gobierno incluidas. Obras de techado, quizás innecesarias, al no tener este espacio acogida ni servicio mas que el de improvisado almacén municipal.
La reflexión del estado de las infraestructuras educativas podría extenderse a la piscina municipal (a escaso metros), daría para otro spin-off sobre la inexplicable gestión que sufrimos, pero por hoy, ya es suficiente.
Marco Bittner
Secretario General PSOE Calp