LA REFLEXIÓN
El concepto de pobreza no solo se aplica a la falta de recursos sino también a la gestión irresponsable de los mismos.
Después de sufrir durante meses el continúo acoso mediático del caballo de Batalla pre-electoral del PP calpino, el infame concierto de navidad, cabe reflexionar sobre qué habría logrado el PP para Calp si hubiera invertido el mismo esfuerzo en traer obras públicas y necesarias antes que los grandes eventos, megalómanos, vanos y siempre envueltos en gastos y contrataciones difícilmente justificables.
Sí la concejal de Educación se hubiera tomado las mismas molestias en gestionar el Instituto como las que se ha tomado para organizar el despliegue de seguridad del concierto, seguramente en marzo estarían poniendo la primera piedra, adjudicándose el mérito y cosechando los réditos electorales meses después. Pero no, desde el equipo de César Sánchez se ha optado por los proyectos vacuos y ostentosos. Mucho proyecto técnico para el club privado de la Manzanera pero muy poco énfasis para acelerar la licitación del Puerto Blanco -ni uno ni otro son competencias del Ayuntamiento- eso sí, crítica permanente al Consell. Es todo una simple cuestión de preferencias, con la beligerancia que ha inculcado César Sánchez a su equipo de gobierno, la ciudadanía siempre sale perdiendo.
Para Calp quedará como herencia justo ese estilo personalista del Partido Popular, y de cómo ha inculcado en su núcleo sucesor la esencia de la anti-política – obstaculización y critica al Consell- con el único fin de hacerse ver en el panorama popular nacional y autonómico. En el PSOE seguimos pensando que la política es el arte de posibilitar, de pactar y de conseguir, y no la utilización de las instituciones para el provecho personal.
Con la obra de la pasarela hemos podido comprobar que «el que la sigue la consigue» y que al margen de siglas, la insistencia, la perseverancia y las prioridades claras, se ven compensadas. Lo único que cabe lamentar es que no pudiera haberse realizado antes, y que los tiempos en política no siempre son como uno se lo espera, pero nunca hay que perder la esperanza. Todo llega.